La profundidad de los pigmentos coloreados en las células de la dermis producida por los tatuajes solo puede ser removida mediante un tratamiento con láser de forma segura.
El láser produce un rayo de luz concentrado que representa la clave para lograr el efecto sobre el pigmento del tatuaje, el láser vaporiza y fragmenta el pigmento y el cuerpo para luego absorber las partículas del pigmento desvaneciendo el tatuaje.
En ocasiones hay láser que solo pueden emitir un haz de luz de un solo color y no podrían tratar un tatuaje de colores múltiples, dependiendo del tamaño y la variedad de colores de un tatuaje se necesitan varias sesiones para eliminarlo completamente.
La apariencia luego del tratamiento es diferente dependiendo la persona y de acuerdo al tamaño del tatuaje, puede presentarse enrojecimiento, costras en la piel, e inflamación que desaparece en poco tiempo.
